miércoles, 31 de marzo de 2021

CUANDO JUGAMOS A SER DIVINIDADES

Dada la coyuntura actual muchas ciudades, provincias y claro el Estado en nuestro país pasan por un proceso de transición, pero como pasa siempre TODOS desde hace muchas pero muchas décadas juegan A SER DIVINIDADES, y es cierto porque veo en todas las comisiones y grupos que se conforman, en donde a su visión, quieren moldear un país a su gusto y tallado, como si fuesen los seres elegidos o divinos por sobre todos los humanos que rodean el país. Creer que el estado es como un ente que sabe más de economía o de medicina o de finanzas o de las relaciones sociales o de deportes o de muchas cosas es una percepción que está totalmente errada, conversando con varios compañeros, amigos y personas que están en proceso de ser autoridades y personal que formará parte de los nuevos gobiernos (estatal, municipal, departamental) encuentro una característica que siempre está presente en estas personas, ellas creen o sienten que el poder público les da poderes mágicos los cuales los hacen más expertos en las áreas que están trabajando, voy a poner ejemplos: 1) Tras esta pandemia los medicamentos son un recurso totalmente necesario teniendo en cuenta incluso que nuestro sistema de salud es pésimo, el que estén accesibles a todo momento sin que falte sin que haya conflictos es muy importante para los habitantes de cualquier país, la mejor forma de que esto suceda es que haya una libre movilidad de estos recursos ya que solo así podrá dotar de manera EFICAZ a todos mediante el libre mercado, ahora resulta que hay un ley aprobada en 1996 (mas de 20 años) que es la ley de farmacias y en uno de sus artículos indica –ARTÍCULO 6º.- Se entiende por registro sanitario, el procedimiento por el cual un producto farmacéutico pasa por una ESTRICTA EVALUACIÓN previa a su comercialización – entonces podemos entender que solo el estado tras su estricta evaluación puede aprobar las medicinas y aquí es donde uno se pregunta si el estado sabe mas de farmacéutica que las personas encargadas de producirlas,  estudiarlas o comercializarlas alrededor de muchos países y que estas cuentan con científicos que han estudiado años para producir estas medicinas, pero resulta que un grupo de oficinistas funcionarios públicos sabe mas de farmacología que las empresas que lo comercializan, complicado panorama. 2) otro ejemplo son los grupos de diputados (oficialistas y opositores) que se mueven por buenismos, piensan que al aumentar impuestos o crear restricciones tontas que atentan a la libertad, están haciendo un beneficio a todo el país porque obviamente se creen SERES DIVINOS, no entenderán ni un pelo que están en un proceso de rendimientos decrecientes en la economía y poco a poco al crear mas restricciones afectan al mercado.

Por ello cuando volvemos a entrar en un proceso en el cual las autoridades electas elevan su estatus al de divinidades tratando de moldear la sociedad de acuerdo a sus percepciones subjetivas, pero sin uso de la razón y la lógica, ya que son las personas que saben sus oficios las únicas calificadas para saber que es bueno o que es malo y que el mercado es la única forma de poder acceder a ellas de manera libre, pero si los funcionarios públicos siguen JUGANDO A SER DIVINIDADES jamás llegaremos a ese punto.



martes, 23 de marzo de 2021

23 DE MARZO – YA EN 1904 EXISTIA EL ZURDISMO




Antes de los grupos o asociaciones políticas declaradas de izquierda, el izquierdismo está presente en la idiosincrasia latinoamericana. Antes de pasar al tema marítimo pongo un ejemplo, desde tiempos inmemorables existen personas que tienen ojo para los negocios; a mediados del siglo XVIII (1750 aprox.) el 
uso del petróleo para la vida cotidiana era casi nulo, había algunos comerciantes que se animaban y comerciaban con este producto porque se usaba como combustible en el campo (fogatas) o para impermeabilizar barcos, negocio muy poco rentable al parecer, pero el ser humano siempre con ese espíritu emprendedor se las ingeniaba para comercializarlo, ya en 1859 el coronel Edwin L. Drake perforó el primer pozo petrolero del mundo, no era muy profundo solo necesito 21 metros para encontrar este oro negro, pero lo que mas lo incentivo a iniciar ese negocio, a invertir su capital, es que pudo separar un componente del petróleo, el kerosene, este reemplazó al aceite de ballena que tanto costaba encontrar y producir, ya que este aceite se usaba en los mecheros que daban luz a calles y casas, Drake encontró una forma de separar el kerosene y fue mucho mas barato el adquirirlo mas duradero y por supuesto mucho mas fácil de dotar, lo que hizo que la caza de ballenas para el aceite disminuyera a 0 con los años para alumbrar los faroles de aceite, tiempo después hasta 1895, con la aparición de los primeros automóviles, es que se necesitó la gasolina, ese nuevo combustible que en los años posteriores se consumiría en grandes cantidades y que no necesitó del Estado para generar riqueza en muchos países, salvo Venezuela y algún otro país en la actualidad, que las empresas petroleras son estatales, es entonces, que la visión y el mercado hacen que el mundo genere desarrollo y es el comercio el canal para esto.

La guerra del Pacifico entre Bolivia y Chile

Volviendo al tema del mar, EL ESTADO ES UN ENTE QUE NO SABE DE COMERCIO NI MUCHO MENOS SABE COMERCIAR NI A DONDE APUNTAN LOS MERCADOS, bajo esta premisa el guano y posteriormente el salitre, eran productos que no tenían demanda en un principio, por ende el vicioso ESTADO no les echaba mano ni se relamía la lengua por monopolizarlo, porque obvio no sabe de mercados solo quiere succionar y beneficiarse con el menor esfuerzo posible, entonces empresarios arriesgados que saben de negocios y un mundo que avanzaba hacia la era de la industrialización como era Europa en 1850 donde el salitre ya empezaba a usarse de manera industrial lo que ocasionó que la demanda se dispare, el ESTADO  es incapaz de darse cuenta de este tipo de oportunidades y son las personas emprendedoras las que arriesgan muchas veces TODO para llegar al éxito, es por eso que a mediados del siglo XVIII empresarios invierten en el territorio de Atacama Antofagasta y Arica y muchos otros lugares salitreros porque ven un mercado potencial en la exportación de guano, en un principio el ESTADO no le toma importancia porque eran producciones menores pero con el tiempo estas empezaron a incrementarse gracias al mercado, OFERTA Y DEMANDA, cuando se demanda un bien de tal manera que sobrepasas el punto de equilibrio con la oferta el precio sube, y es en esta coyuntura que los precios del salitre subieron, cabe aclarar que los empresarios pagaban ya un impuesto que para entonces era una tasa relativamente compensada, es decir pagaban al estado lo que correspondía y en el cual podían obtener ganancia, es más, este comercio generó un incremento de la actividad económica en el sector y por supuesto creaba empleo.

Los famosos impuestos del Estado


En la década de los setenta (1870), la industria se expandió enormemente, al punto que en 1870 se exportaron por el puerto de Iquique alrededor de 2.500.000 quintales de salitre. Es importante señalar que la nacionalidad de quienes eran los productores del salitre fue principalmente del Perú, según lo señalaba Bllinghurst[1], quien para el lapso de 1874 – 1878 calculó una producción de 16.363,000 quintales en varios puertos Bolivianos en ese entonces; pero, como siempre, el ESTADO vio que los inversores empezaban a ganar mucho dinero, no reparó en la forma de echar mano a ese dinero que venía en grandes cantidades y el cual no podía disfrutar de esa riqueza, coartando de que la iniciativa privada rinda frutos querían gozar de la riqueza sin esfuerzo a nombre de reivindicación de la soberanía, es decir, querían que esa ganancia generada con esfuerzo y sacrificio ingrese a sus arcas, es por eso que se promulgan una serie de leyes y reglamentos que POCO A POCO empiezan a perjudicar el comercio ya que el comercio no acepta retrasos, trámites engorrosos (burocracia), corrupción, negociados, encarecimiento, el mercado es simple, requiere el producto YA! y que sea accesible. Ante esta creciente actividad económica se aplica un fuerte impuesto a los productos y con el tiempo concluye con una nacionalización de las empresas salitreras (quitar, robar a lo privado para pasar en manos del estado, lo ya trabajado) que hace que todo ese buen funcionamiento comercial se rompa, se fracture, terminando en una guerra


[1] Los capitales salitreros de Tarapacá / Guillermo E. Billinghurst. Santiago de Chile